
Comenzaron con temas que representan su última época o la menos clásica por decirlo de alguna manera, ya que alguno como "Arma Secreta" hace casi veinte años que lo escribieron; el otro fue "Al final perderán" del álbum "Ultimasmentes".
Rápidamente viajaron a su pasado con "Tierra de vándalos", "El presidente" ("dedicada" al recientemente fallecido Adolfo Suárez) y menos lejano en el tiempo "Te espero en el infierno", siendo esta la tónica del concierto entre temas de toda su trayectoria.
El sonido, no estaba siendo del todo lo mejor de la noche, pero para el público tener a los hermanos de Castro delante junto con sus compañeros Gorka Alegre al bajo y Rafa Díaz a la batería, era más que suficiente para dejarse la voz coreando sus temas como "Breakthoveen".
"Viaje asombroso" fue el primero en caer de su última obra, seguido de "Ráfagas", evidentemente bien recibidos pero con los cánticos más apaciguados. Esto cambió cuando comenzaron a repasar clásicos de su última etapa de los ochenta con "Invulnerable", "Seguimos vivos" y "Tierra de nadie"; pero sobre todo con "Hermano del Rock n'Roll" de su añorado "Volumen Brutal".
Los bailes de Armando y Gorka se venían sucediendo como parte habitual de su coreografía; Carlos se encontraba con Gorka mientras Armando realizaba sus solos de guitarra y Rafa Díaz mantenía al frente de la sección rítmica.
Con la banda entregada a su público y viceversa, presentaron otro de los nuevos temas "No lo aceptaremos". A partir de aquí la banda comenzó a tirar del arsenal fuerte, tras "Caso perdido" llegaron los temas con los que la gente terminó de enloquecer "Con botas sucias", "Conciertos para ellos", el gran "Cuerdas de acero" sirvió para que el ambiente se caldeará aún más si cabe. Se relajó con la grandiosa balada "Hijos del Caín" presentada por un Armando pletórico.

"Incomunicación" fue otro momento cumbre de la noche para después bajar el ritmo con el último tema que presentaría de su reciente obra, "El rey del pinball".
Ya iba llegando la hora de terminar y estallaron con "Resistiré" con las cuatrocientas personas acompañando con su garganta a los Barones. La balada "Siempre estás allí" sonó emotiva antes de volver a subir la intensidad con "Larga vida al Rock and Roll", "Barón Rojo" y "Son como Hormigas".
La banda se despedía pasada la media noche, pero el público pidió más y la banda demostró su profesionalidad añadiendo al repertorio la instrumental "El Barón vuela sobre Inglaterra" y "El malo" con el que concluyeron su actuación, demostrando que aún queda cuerda para rato y que pese a quien pese Barón son capaces de aguantar casi tres horas de concierto sin desmotivar a su público y constatando que son la banda más grande del rock en castellano.
Texto y Fotos: Raúl Sújar Pozo
Ultima Foto: Tuco Martín.
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