domingo, 7 de abril de 2013

Crónica: Lujuria + Astral + Taifa (Factoria de So, Mallorca)


No todos los días Mallorca tiene el placer de recibir a una banda con la solera de veinte años a las espaldas sobre sus escenarios. El pasado 9 de marzo fue uno de esos días, los segovianos Lujuria aterrizaban en la isla para dejarnos un presente en forma de concierto que sirve para conmemorar estos largos años al pie del cañón.

Tras media hora de retraso sobre la hora establecida, que sirvió para ir creando un mayor ambiente para los conciertos, arrancaron la banda local Taifa quienes presentaban su tercer disco “Despertando el silencio” del cual desgranaron buena parte.
La banda se hace acompañar -en sus conciertos de Mallorca- por las bailarinas de Ank’hara quienes hacen su espectáculo al ritmo del rock.
Durante su actuación tuvieron que parar debido a un problema con el ampli de bajo el cual dejo de recibir corriente eléctrica, algo que se subsanó mientras que Luis tiró de oficio para cantarse una bulería a capela.
Ante un decente número de personas congregadas la banda dejó caer temas como “El jardín de mis secretos”, “Todo mi existir”, “El jardín de la libertad”, “¿Dónde están mis sueños?” o la homónima del citado álbum.

Tras un breve retoque de escenario era el turno de los valencianos Astral quienes se formaron hace bien poco y quienes no perdieron la ocasión de estar acompañando a una banda importante como Lujuria en tierras mallorquinas. Cruzaban el charco con el pretexto de presentar su Ep “Mundo perdido, mundo prohibido” nombre que da también pie a la intro con la que arrancaron su concierto para enlazar al igual que su trabajo con “Tiempos de esperanza”. La banda empezó con fuerza dejando claro que iban a aprovechar bien cada minuto sobre el escenario. Unos teclados que sonaban ampuloso -eso sí, en ocasiones desaparecían de la mezcla-.
Su música basada en un power metal progresivo fue del agrado de los presentes quienes respondieron la entrega de la banda acercándose más al escenario para que la banda tocará “Eterna Luz” y “Momento de la verdad” de su Ep además de presentar alguno nuevo como “Fuga perpetua” y una versión de Roy Orbison, “I Drove All Night”, pero en versión power como ya hicieran ReinXeed.
José Cebrián, vocalista de la banda, agradeció en numerosas ocasiones la presencia de la gente y a la organización por hacer posible el evento. Una buena actuación de una banda entregada para la ocasión.

Para los siguientes no hacía falta mucha presentación, el numeroso público -quizás menos de lo que cabria de esperar ante un evento y banda de estas características- ya se agolpaba en las primeras filas para no perder detalle. Tras la intro pertinente Lujuria comenzó a tocar el primer tema de la noche que no es otro que el que da nombre al disco que venían a presentar, “Sexurrección”. Con la banda sobre el escenario irrumpió un Oscar pletórico y ataviado con su malla y capa blanca para unirse a la juerga.
Pronto empezó a dirigirse al público y con su poder comunicativo rápidamente se los llevo al bolsillo. Dedicación y recuerdo para el día de la mujer y la banda que se arranca con “Cuando caza una pantera” para pasar al clásico “Jeckyl & Mss.Hyde” de aquel lejano tercer álbum “Sin parar de pecar”.

La banda aprovecho su visita para dejar caer temas de casi toda su discografía. Curiosamente falto de su segundo álbum “Republica popular del coito” donde algún “Marisoka” o “No es malo darse placer” hubiese redondeado el plato que nos presentaban.
“Traidores y criminales” del álbum “…y la yesca arderá” dejo paso a “La favorita del rey”, no sin antes dejar un recadito al de España y su amiga Corinna.
Otro de los grandes momentos de la noche fue “Dejad que los niños se acerquen a mi” en el cual Óscar aprovechó para explicar las acusaciones de pederastia que cayó sobre ellos por parte de algunos sectores manipulado la letra.
La banda estaba dejándose la piel en el escenario y el publico bajo el. Simbiosis que provocó que tanto Óscar bajase a cantar en el publico -estropeándose el cable del micro durante uno de los temas dejando la canción en instrumental prácticamente- y el público a cantar en el escenario.
Por suerte tanto el problema del micro como el de los teclados, que volvían a dispararse y desaparecer por momentos, no empaño la actuación y la banda tras el bloque formado por “Amor y Lujuria”, “No soy carne de cañón”, “Destino salvaje” y “Cae la máscara” comenzó con las clásicas de su repertorio. “Estrella del porno” nos transportaba a recordar aquel primer álbum “Cuentos para mayores” tras la cual llego el autentico himno, al menos para un servidor, de la banda “Corazón de heavy metal” de su gran “Sin parar de pecar” sonó al unísono de la garganta del vocalista y los presentes.
El rabioso “Joda a quien joda” y la versión de lo argentinos V8, “Destrucción” del álbum “Llama eterna” cerraron una noche pletórica con la actuación de tres grandes bandas.

Texto: Raúl Sújar Pozo
Fotos: Tuco Martin
(grantuco@hotmail.com)

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