Sala Salamandra de Barcelona. La multitud se agolpa a las
puertas para una lección de thrash con denominación de origen: la bahía de San
Francisco. Los californianos Exodus y Testament aterrizan en Barcelona para
dejarnos a todos boquiabiertos con su fuerza, compenetración y calidad técnica.
Con 30 años de carrera a las espaldas, Exodus entraron a
matar y volvieron loco al público. Steve “Zetro” Souza nos impresionó con una
voz llena de tralla y locura, como si hubiese bebido un elixir satánico! Souza
interactuó en todo momento con la sala, especialmente con los borrachos de la
barra que no pararon de brindar a su salud. El setlist fue un repaso de álbumes
como "Tempo of the Damned" (2004), el reciente "Blood in
Bloodout" (2014) y "Bonded by Blood", álbum que los consagró
como estandartes del Thrash allá en 1985.
Temas de la talla de "Body Harvest",
"Black List", "The Toxic Waltz" o "Iconoclasm"
formaron un wall of death que dejó k.o. a más de uno, creando un ambiente
brutal y una noche inolvidable.
Pese a la ausencia de Gary Holt, los
integrantes de Exodus se compenetraron a la perfección ofreciendo un sonido de
calidad, una batería rompe-tímpanos y unos riffs estruendosos y potentes. "Strike
of the Beast" golpeó al público dejando claro que Exodus sigue siendo uno
de los grandes del género.

Los veteranos Peterson y Skolnik nos aporrearon con una
técnica impoluta mediante riffs oscuros y solos cardiacos en himnos como "Into
the pit", "DNR" y "Native Blood".
A la batería, Hoglan
nos hizo cabecear hasta la lesión con cambios de ritmo vertiginosos, de cierta
cadencia progresiva. Steve DiGiorgio, incorporado a la banda en 2014, ofreció
todo un espectáculo de graves mostrando gran compenetración con toda la banda.
Los de San Francisco están pegando fuerte, y esta gira está a la altura de todo
lo que prometía.
La reunión de los enormes Exodus y Testament bajo el
mismo techo sónico ha sido una bendición para todos los fans, respeto y
admiración máximas para estos dos gigantes, un show en toda regla.
Texto: Bea Yoldi
Fotos cedidas por: Marc Gutiérrez (Empire Magazine)
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