Con la Sala Narciso Yepes hasta la bandera, el genio de la guitarra salió a escena con un público ya ganado, merecidamente, de antemano pero no por eso se relajó ni un solo momento y ofreció un concierto de nada más y nada menos que de tres horas, o bien poco le falto para completarlas.
Además este concierto fue especial en la gira, por varios puntos. El primero de ellos es que fue en un auditorio, no en una sala como fue el resto de la gira, o al menos en España fue así. Esto dota al concierto de una garantía de sonido y comodidad que no en todos sitios se podría ofrecer, ya que respecto al sonido, el auditorio es la punta de lanza en la región de Murcia, y es un placer verlo vibrar a ritmo de rock, ya que aunque por él han pasado figuras como BB King, Satriani, Loquillo o Bunbury casi la totalidad de su programación está dedicada a la música clásica o al espectáculo musical. Así que olé por la persona que apuesta por espectáculos de rock y nos permitiera disfrutar de Steve Vai.
El segundo punto que hacía “especial” este concierto fue que era el último de la gira “The Story of Light Tour” y que lo ha hecho pasar por buena parte del globo terráqueo.
Musicalmente, ¿qué se puede decir? Es un auténtico genio del mástil, que aunque algo excéntrico, yo creo que a veces se pierde en su submundo, sabe como reengancharte; y muy bien lo demostró poniendo a todo el auditorio de pie en al menos tres ocasiones, y es que una vez te dejas seducir por su música, la piel se te pone de ave de corral con el sonido de su guitarra, con el que juega constantemente extrayéndole mil y un estilo de sonido, a la vez que alternando entre el sentimiento y la velocidad, dominando ambos campos de forma… ¿envidiable? No, de ensueño.
El resto de la banda que lo acompañaba, no iban a ser principiantes, y cada uno, aunque discreto en su papel, creaban el ambiente idóneo para el maestro. Dave Weiner a la guitarra, que tuvo su momento para lucirse y nos proporciono un buen tema de mano de una guitarra acústica, aunque hay que decir que la gente aprovecho para moverse de sus asientos e ir de aquí para ya. Una lástima porque fue un tema impresionante.
Deborah Henson encargada del arpa eléctrica fue un punto interesante y poco explorado, que maravillo con las atmósfera que creaba el instrumento, y que aunque se perdían bastante bajo el guitarreo, asombraba mucho en los momentos en los que era protagonista.
Tras los parches Jeremy Colson, otra bestia del instrumento cuyo solo proporciono risas y asombro a partes y iguales, ya que tras él solo de batería, aparece con una batería portátil anclada a su cuerpo, que incluían unas cabezas parlantes que no pararon de dar la réplica al propio Steve Vai. Un puntazo.
La formación la completaba Philip Bynoe al bajo, el menos protagonista, pero que desde luego era conocedor de cómo tocar un bajo.
Después los solos del resto de los miembros de la banda, y como punto final, subieron a cuatro suertudos del público que llegaron incluso a dirigir con sus voces a los instrumentistas, ocasión que por supuesto resaltó la parte cómica del show.
Podría usar más palabras, pero lo único que os puedo decir más, es que si tenéis oportunidad lo veáis. Merece la pena.
Texto: Sergio López "Patillas"
Foto promocional: John Polder
(extraida de la web oficial: http://www.vai.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario