miércoles, 11 de noviembre de 2015

Crónica: Débler (La Factoría, Madrid)

Una cortina de telarañas adorna la entrada a un oscuro pasillo donde calaveras y calabazas iluminan el camino; mascaras, cicatrices y oscuras capas disfrazan los terroríficos asistentes; algunos cachorros humanos corretean alegremente. La ciudad es Coslada… la sede es la Sala La Factoría… la banda Débler, revivamos juntos la Noche del Diablo.

No hace falta un ojo de experto para notar que el Centro de Juventud La Factoría no es un sitio que esté demasiado acostumbrado a acoger eventos musicales de nivel medio-alto. Sin embargo el trabajo de la organización ha conseguido, con pocos pero acertados adornos, dar una ambientación perfecta para la ocasión. A pesar del carácter “familiar” del encuentro, el espacio está suficientemente abarrotado y disfrazado como para sentar las bases necesarias a un evento tan especial como este. Y desde luego lo será.
Un vídeo introductorio nos sitúa en plena película de “El Cuervo”, tema base de desarrollo del disco conceptual "NoctemDiaboli" y tras su finalización, se presentan sobre el escenario los integrantes de Débler propiamente maquillados para la ocasión. Con un tanto de mini-pirotecnia, "Renacer del Alma" da el potente pistoletazo de salida al concierto con los increíbles agudos del cantante Rubén Kelsen y el singular arco de violín adornado con Leds de Daniel Fuentes que no para (ni parará) de revolotear por todos lados. "El Retrato", único tema propio de la banda no perteneciente a "NoctemDiaboli", es seguida por "Pérdido Edén", canción rápida pero profunda; una balada con fuerza.

Si algo ha quedado claro después de estas tres canciones es que el equipo de la sala no tiene, lamentablemente, el nivel suficiente para estar a la altura de las capacidades de los músicos que acoge. El doble-bombo de Nelson Valenzuela suena literalmente a cartón y unos cuantos acoples y pitidos serán bastante constantes. La actitud del grupo sobre el escenario sin embargo es espectacular; consiguen una interacción continua y una comparecencia potente que traduce la estática obligada por el poco espacio, en carismática presencia.
Las dos baladas del disco, "Un Año En Soledad" y "Recuerdos De Otra Vida" marcan un punto de inflexión en la descarga de metal sin que, de todas formas, el publico deje de cantar y corear las melodías. El virtuoso solo de guitarra de Alex García da el paso a una de mis canciones favoritas, "Siempre Hay Esperanza", un verdadero himno. Una versión de "Hijo De La Luna" más cercana a Stravaganzza que a la original de Mecano es seguida por el tema mas folk de la banda: "El Ritual De Las Llamas".

Al grito unánime de “¡Fuego a Tope!”, con el violinista Dani correteando por la sala, Débler se preparan para despedirse por lo alto llevados en volandas por los asistentes. El necesario encore, completa el repaso al ultimo disco del grupo con la oscura "Comienza La Caza" y el single extraído "Duelo Hasta Morir". El suministro eléctrico del escenario decidió tomarse un descanso a mitad canción, pero el inconveniente fue rápidamente solucionado y el tema, con esa estupenda dualidad entre Alex y Sergio García en el solo de guitarra y bajo, pudo ser ejecutado con éxito.
Una velada corta pero intensa y llena de entrega, emoción y buena música.
Una noche adornada además por esa sensación de fondo; que tengo desde que conocí a Rubén, Dani, Sergio, Alex y Nelson; de que esto es…el amanecer de algo grande.

Texto: Paolo Sechem

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